Resultados de Laboratorio

 

 

Enfermedad de Parkinson, ¿se puede controlar?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso que afecta las zonas del cerebro encargadas del control y coordinación del movimiento, del tono muscular y la postura, y en donde existe un componente químico llamado dopamina.

En su primera fase se produce una degeneración de las células de los ganglios basales del cerebro, cuya consecuencia es la disminución de la dopamina (un neurotransmisor esencial para la regulación de los movimientos corporales, es decir, para que estos se realicen de una forma efectiva y armónica).

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) siete millones de personas padecen esta enfermedad degenerativa, la cual fue descubierta en el año de 1917 y desde entonces se han mencionado varias causas posibles del padecimiento.

¿En qué momento aparece este mal?
Puede presentarse en cualquier edad después de los 40 años, por lo general entre los 45 y 65 años de edad. Afecta a todas las razas y se presenta en todas las regiones del mundo sin tener predilección por alguno de los dos sexos.

Las características fundamentales del Parkinson, son: temblor, rigidez de los músculos, dificultad para iniciar el movimiento e inestabilidad postural, las cuales pueden presentarse en cualquier combinación.

El temblor es más notable cuando el paciente se encuentra en reposo, disminuye con el movimiento voluntario y se incrementa con el estrés. Por lo general, el temblor se presenta en una extremidad o las extremidades de un lado durante meses o años antes de tornarse más generalizado.

La rigidez de la musculatura, en general, es responsable de la postura flexionada, característica de estos pacientes, y en muchos casos, las facciones son menos expresivas. Uno de los síntomas más incapacitantes de esta enfermedad se presenta como una disminución, ya sea de los movimientos voluntarios como caminar, escribir, vestirse, o de los movimientos automáticos como el balanceo de los brazos al caminar o parpadear.

El enfermo de Parkinson muestra una tendencia a sufrir estados depresivos, estreñimiento y gran producción de saliva. El exceso de grasa en la cara y cuero cabelludo también resulta bastante común.

Los síntomas de este mal son lentamente progresivos de manera que su interferencia en la vida cotidiana puede ser mínima durante varios años. No es raro que en algunos casos los síntomas permanezcan aparentemente estables por largos periodos de tiempo.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
De acuerdo a los investigadores, en la actualidad la enfermedad de Parkinson solo puede ser controlada. Los tratamientos que se conocen permiten aliviar la mayor parte de los síntomas, aunque no eliminan la causa. La posibilidad de control, junto con la aceptación y adaptación a la enfermedad por parte del paciente, permite tener una vida independiente y activa.

En la etapa temprana del Parkinson no se requiere tratamiento farmacológico; no obstante,  conforme la enfermedad avanza el tratamiento médico puede ser necesario.



NO OLVIDE CONSULTAR A SU MÉDICO