Resultados de Laboratorio

 

 

¿Cómo adaptarse a una vida con diálisis?

La diálisis es un procedimiento que reemplaza parcialmente algunas de las funciones de extracción de toxinas que realiza un riñón normal. Consiste en eliminar los productos de desecho y el exceso de agua en el cuerpo. Existen dos tipos:

  • Hemodiálisis: se extrae la sangre del cuerpo y se bombea al interior de un aparato que filtra las sustancias tóxicas, devolviéndola purificada al paciente.
  • Diálisis peritoneal: se introduce un líquido que contiene una mezcla especial de glucosa y sales que ayuda a filtrar las sustancias tóxicas que se encuentran en los tejidos, a través de una membrana natural (el peritoneo).
  • ¿En qué casos se recomienda?
    Los médicos pueden recurrir a un tratamiento de diálisis si la insuficiencia renal provoca:

  • Mal funcionamiento del cerebro (encefalopatía urémica).
  • Inflamación de la envoltura del corazón (pericarditis).
  • Elevada acidez en la sangre (acidosis), si no responde a otro tipo de tratamiento.
  • Insuficiencia cardiaca.
  • Elevada concentración de potasio (hiperpotasemia).
  • En algunas ocasiones la diálisis se puede aplicar en forma preventiva; por ejemplo, en casos de insuficiencia renal aguda, es decir, disminución rápida de la función renal que ocurren en días (puede ser producida por accidentes, cirugías, exposición a agentes químicos o medicamentos que dañan el riñón), o si la producción de orina es baja.

    El tratamiento continúa hasta que los análisis de sangre indiquen que la función renal se está recuperando. Cuando se trata de una insuficiencia renal crónica, es decir, la pérdida progresiva e irreversible de la función renal, es conveniente iniciar con la diálisis si las pruebas indican que los riñones no están extrayendo los productos de desecho.

    Frecuencia
    La frecuencia de las sesiones de diálisis, dependerá del nivel de función renal de cada paciente. Sin embargo, generalmente se lleva a cabo tres veces por semana. Este tipo de tratamiento, permite:

  • Mejorar la calidad de vida del paciente.
  • Disponer de un recuento de glóbulos rojos aceptable.
  • Mantener la presión arterial en niveles normales.
  • Evitar el desarrollo de una lesión nerviosa.
  • Este procedimiento se puede utilizar como terapia a largo plazo para la insuficiencia renal crónica o como medida provisional hasta que se pueda efectuar un trasplante de riñón. Si el paciente sufre de una insuficiencia renal aguda, la diálisis puede ser necesaria sólo durante unos días o semanas, hasta que se restablezca la función renal. También se puede recurrir a la diálisis para eliminar ciertos medicamentos tóxicos del organismo.

    Recomendaciones
    Debido al escaso apetito y a la pérdida de proteínas durante la diálisis peritoneal, los pacientes deben seguir una dieta y tomar ciertos fármacos especiales para balancear su alimentación. Aunque este tratamiento permite que el paciente ingiera más cantidad de sal y líquidos que en la hemodiálisis, es recomendable que el médico indique las cantidades específicas.

    En el caso de la hemodiálisis es conveniente reducir el consumo de sodio y potasio, ya que el exceso de estos minerales puede ocasionar lesiones en el corazón. Además se debe controlar la ingestión de líquidos, ya que pueden ocasionar retención de líquidos en los tejidos, presión alta e incluso trastornos cardíacos.

    El médico puede recomendar el consumo de suplementos multivitamínicos y de hierro para sustituir los nutrientes que se pierden durante el proceso y medicamentos que controlen la presión arterial. Las recomendaciones varían dependiendo del paciente y de sus características personales.

    Este procedimiento puede mantener con vida a una persona que sufre de insuficiencia renal crónica. Sin embargo puede causar tensión, ya que las sesiones se realizan varias veces por semana y durante varias horas. Esto puede provocar dependencia en los pacientes, tanto del equipo médico, como de su familia. 

    La diálisis puede afectar a una persona de la siguiente manera:

  • Las personas mayores se vuelven más dependientes de sus hijos e incluso llegan a ser incapaces de vivir solas. Esto puede crear estrés, así como sentimientos de culpa e incapacidad.
  • Los jóvenes y adolescentes se cuestionan aún más sobre su identidad, su independencia y su imagen corporal.
  • Los niños pueden sentirse aislados y distintos a sus compañeros.
  • Este tipo de situaciones generalmente son muy difíciles de sobrellevar, por lo que en muchos casos es recomendable el apoyo psicológico para ayudar al paciente en caso de depresión, problemas de comportamiento y cualquier circunstancia que implique un cambio de costumbres. 

    En Hospital Angeles
    queremos un México lleno de vida.



    NO OLVIDE CONSULTAR A SU MÉDICO