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Antiácidos


Las molestias gastrointestinales como la acidez, la indigestión y el ardor estomacal suelen afectar a muchas personas después de comer. En ocasiones, estas molestias desaparecen al ser tratadas con antiácidos.

Una secreción excesiva de ácido en el estómago puede producir los síntomas siguientes:

Los antiácidos pueden aliviar estos malestares, sin embargo, es importante acudir con el gastroenterólogo si se prolongan por más de dos semanas.

Clasificación

La mayor parte de los productos antiácidos contienen uno o más de los cuatro componentes principales que son: sales de aluminio, sales de magnesio, carbonato de calcio y bicarbonato de sodio. Estos componentes actúan en un lapso de un minuto o menos, aunque la duración del efecto puede variar.

Componentes principales

Efectos secundarios

Aluminio.- El hidróxido de aluminio se disuelve lentamente en el estómago y comienza a actuar gradualmente proporcionando alivio a corto tiempo. El uso prolongado puede debilitar los huesos, al agotar el fósforo y el calcio del organismo.

  • Dolor en los huesos
  • Estreñimiento
  • Malestar
  • Pérdida del apetito
  • Cambios de humor
  • Debilidad muscular
  • Pérdida de peso fuera de lo común
  • Inflamación de las muñecas o tobillos

Magnesio.- Las sales de magnesio actúan rápidamente y neutralizan los ácidos eficazmente, pero en exceso pueden actuar como un laxante.

  • Dificultad y dolor para orinar (con trisilicato de magnesio)
  • Cansancio y debilidad
  • Taquicardia
  • Cambios de humor
  • Náuseas y vértigos

Carbonato cálcico.- Este ha sido el antiácido más utilizado durante mucho tiempo debido a que el carbonato cálcico actúa rápidamente y neutraliza los ácidos de inmediato. En ocasiones, la persona puede llegar a sufrir una sobredosis de calcio por lo que no debe sobrepasarse la indicada por el médico.

  • Estreñimiento
  • Dificultad o dolor para orinar
  • Dolor de cabeza
  • Falta de apetito
  • Mal humor
  • Dolor o calambres musculares
  • Náuseas o vómitos
  • Nerviosismo o irritabilidad
  • Respiración lenta
  • Mal sabor de boca
  • Debilidad y cansancio

Bicarbonato sódico.- El bicarbonato se ha utilizado como neutralizante de la acidez durante varias décadas. Además es una excelente solución para la indigestión. Es importante no abusar de este tipo de antiácidos ya que puede producir retención de líquidos, gases, eructos o inflamación.

  • Aumento de la frecuencia para orinar
  • Dolor de cabeza
  • Mal humor
  • Calambres o dolor muscular
  • Náuseas o vómitos
  • Irritabilidad o nerviosismo
  • Mal sabor de boca
  • Respiración lenta
  • Cansancio y debilidad
  • Inflamación en la parte baja de las piernas o pies.

La reducción de la acidez puede ser auxiliar en el tratamiento de las úlceras pépticas y alivia los síntomas de la esofagitis.

Contraindicaciones

A pesar de que los antiácidos son seguros y por lo regular se venden sin receta médica, siempre se deben administrar con precaución y no se deben tomar junto con otros medicamentos.
Es importante que antes de tomar un antiácido consulten a su médico las personas que :

  • Son alérgicas a medicamentos que contengan aluminio, magnesio, calcio, bicarbonato de sodio, colorantes y conservadores.
  • Llevan una dieta baja en sodio.
  • Embarazadas.
  • Durante la lactancia.
  • Niños menores de 6 años.
  • Personas de la tercera edad.

El uso de antiácidos no es recomendable en pacientes con:

A pesar de que los antiácidos puede hacer que algunos malestares digestivos desaparezcan, no es recomendable consumirlos regularmente sin supervisión médica, debido a que a la larga puedan desencadenar complicaciones más graves.



NO OLVIDE CONSULTAR A SU MÉDICO