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Hernia hiatal


Nuestro país cuenta con una de las más ricas tradiciones culinarias, sin embargo también se distingue por los malos hábitos alimenticios de sus habitantes. La combinación de estos dos factores genera un padecimiento recurrente en la población: la hernia hiatal. Para conocer sus causas, implicaciones y sobre todo, el modo de prevenirla, se entrevistó al médico internista José Ignacio de la Luz Soria del Hospital Angeles Metropolitano.

¿Qué es la hernia hiatal?

También conocido como la incompetencia cardhiatal, este padecimiento se presenta cuando el esfínter (hiato) que une al esófago con el estómago pierde su tono o su capacidad de permanecer cerrado. Su permanente apertura genera por sí misma problemas como el reflujo gastroesofágico.
Esta unión normalmente debe estar cerrada, sólo se abre cuando comemos o tomamos líquidos, y una vez que éstos pasan al estómago se cierra ese hiato para que no regrese nada hacia arriba, el estómago se pueda contraer y el alimento avance al intestino delgado.

Desde el punto de vista clínico, ¿qué molestias genera?

El paciente puede vivir un amplio rango de tiempo sin molestias o, por el contrario, tener molestias tan severas que pueden llevarlo al servicio de urgencias de un hospital.

¿Cuáles son las más comunes?

Generalmente se presenta dolor a nivel de la boca del estómago (epigastrio), que puede manifestarse como una sensación de ardor, opresión, sensación de cólico o de calambre. Este dolor puede o no estar asociado con alimentos irritantes, condimentados y grasosos, aunque con frecuencia sí lo está.
Otras molestias son las agruras, eructos, hipo, sensación de plenitud o de llenado inmediatamente después de haber comido.

¿Este padecimiento puede estar asociado a otros malestares?

Sí, como ya dijimos el paciente puede presentar reflujo gastroesofágico, en este caso el síntoma más recurrente es la regurgitación. Esto quiere decir que presenta una sensación de que el alimento se regresa hacia arriba. Los pacientes nos reportan que cuando están acostados se levantan repentinamente debido una sensación de ahogo o de una sustancia caliente, que les quema el pecho hasta la garganta.
Muchas veces el eructo es un indicador de que algo está pasando y probablemente sea el inicio de una hernia hiatal.

¿Qué consecuencias presenta la hernia hiatal?

Si el paciente presenta reflujo y hernia hiatal, le dolerá el esófago; como no está acostumbrado a tener contacto con el ácido estomacal, presentará un dolor a nivel retroesternal (detrás del esternón), más o menos a la altura del área cardiaca. Este dolor es tan intenso que puede confundirse con un infarto agudo al miocardio.

¿Qué puede favorecer a la hernia hiatal?

  • Los malos hábitos de alimentación
  • Comer varias veces al día
  • Comer en exceso y rápidamente
  • Ingerir alimentos picantes, muy condimentados o grasosos
  • Platicar o reír mientras se come
  • Acostarse o hacer ejercicio después de comer

¿Cómo se diagnostica este padecimiento?

Principalmente agotamos los elementos clínicos; es decir, todo lo que la persona pueda referir, si tiene dolor a nivel de la boca del estómago o detrás del pecho. Este puede ser de cualquier tipo, desde una sensación de dolor de ardor, presión, cólico.
También puede señalar que tiene agruras, eructos, pirosis (ardor), gases y puede acompañarse con dolores de garganta. Frecuentemente, aparentes infecciones de garganta recurrentes pueden ser un reflejo de un reflujo gastroesofágico.

¿Qué otro tipo de diagnóstico se realiza?

Si el paciente tiene una historia clínica para hernia hiatal pura o con reflujo gastroesofágico existen dos maneras para apoyar el diagnóstico: Rayos X. El paciente debe ir en ayunos a un gabinete, le dan a tomar un líquido que al ser ingerido irá contrastando las partes del cuerpo por donde pasa y se le toman varias placas. Esto nos permite ver desde el tracto bucofaríngeo hasta la segunda o tercera posición del duodeno: faringe, esófago, estómago y duodeno. De ahí podemos hacer el diagnóstico de la hernia hiatal y/o reflujo, o alguna otra patología similar.

Videopanendoscopia. Consiste en introducir por esta misma ruta, una cámara milimétrica que proyecta las imágenes a un monitor de computadora, y nos permite ver la anatomía desde la lengua hasta la segunda porción del duodeno. Con este método podemos observar si existe alguna lesión y tomar algunas muestras.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?

Principalmente la dieta; debe ser estricta, evitando todos los alimentos que favorezcan el reflujo o la mayor secreción de ácido estomacal, por ejemplo: picantes, (chile, mole, salsas), vinagre, alimentos fritos, empanizados o sancochados, alimentos chatarra, frutas cítricas, incluyendo tamarindo, piña, uva, guayaba y el jitomate guisado.
El paciente deberá tener horarios fijos para el desayuno, comida y cena, dedicando cuando menos 30 minutos para ingerirlos y masticar muy bien. Lo ideal es no consumir ningún tipo de líquidos durante los bocados sino hasta el final de los alimentos. Es recomendable hacer una sobremesa de cinco minutos y, si requiere ir a recostarse, hacerlo 60 minutos después de haber terminado de comer.

¿Es probable que con este régimen sane el paciente?

Estas medidas por sí mismas le van a ayudar, pero si los síntomas persisten se le indicará algún medicamento; los más sencillos son los antiácidos. Todo dependerá de las manifestaciones del cuadro clínico y sobre todo, de los hallazgos endoscópicos.
Un tratamiento promedio con medicamento, es de 8 semanas de duración.

¿Qué otras observaciones se le hacen al paciente?

De manera permanente tiene prohibido realizar ejercicios abdominales de cualquier tipo. Una vez que desaparecen los síntomas podemos retirar el medicamento y lo mantenemos solamente bajo régimen alimenticio. Con el tiempo, de vez en cuando podrá comer algún picante o condimento.

¿Las recaídas son frecuentes?

Depende mucho del paciente. Si reincide después del tratamiento con la misma sintomatología o aumenta, habrá que repetir la videoendoscopia y muy seguramente habrá que hacer estudios complementarios para valorar otro tipo de tratamiento, que puede ser incluso quirúrgico, es decir, una operación.

¿Qué complicaciones puede presentar este padecimiento?

Pueden ser mínimas o muy severas, por ejemplo puede presentar un trastorno conocido como Esófago de Barret, este es un padecimiento de tipo premaligno, esto quiere decir que puede convertirse en un cáncer de esófago.

¿Cómo podemos prevenirlo?

La hernia hiatal es padecimiento muy común entre los mexicanos, por eso es muy importante educar en cuanto a los hábitos de alimentación: comer despacio, dedicando por lo menos media hora en cada comida, no salirse de inmediato a realizar actividades, sino hacer una sobremesa, masticar todo tipo de alimento, no comer alimentos picosos, en grasas, en irritantes, no hacer ejercicio como, pesas o abdominales sin instructor.
Cabe mencionar que no hay edad, género, ni estrato social con mayor incidencia, este padecimiento puede afectar a cualquier persona, por lo que estos sencillos cambios pueden hacer una gran diferencia.

Recomendaciones

  • Elevar la cabecera de la cama a unos 10 ó 15 centímetros más de lo acostumbrado
  • No usar fajas o cintos ajustados
  • Fraccionar los alimentos durante el día evitando comer en exceso
  • No comer hasta llenarse
  • No acostarse después de comer
  • No realizar ejercicios de brazos y piernas o que aumenten la presión del abdomen

Por: Verónica Díaz Rodríguez

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