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La Influenza


La influenza es una enfermedad causada por un virus que afecta a los pulmones, bronquios, garganta, nariz y oídos; además puede desencadenar cuadros de asma. Es considerada como una de las enfermedades más contagiosas y de rápida difusión. El mayor problema radica que con el paso del tiempo los virus que afectan a nuestro organismo se vuelven cada vez más agresivos, y la influenza no es la excepción. Esta enfermedad puede llegar a ser mortal si no es atendida a tiempo.

Tipos de influenza

Hay tres tipos de influenza A, B y C. Las dos primeras son responsables de las epidemias de enfermedades respiratorias que se registran durante el invierno, requiriendo en muchos casos de hospitalización. La influenza tipo C por lo general provoca problemas respiratorios leves y en ocasiones no presenta síntomas.

Personas propensas a padecer influenza

  • Adultos de la tercera edad
  • Niños en edad escolar
  • Personas con problemas cardiacos, renales, pulmonares, metabólicos y anémicos
  • Embarazadas del tercer trimestre
  • Transmisión

    Se puede transmitir por la inhalación de microgotas que provienen de la tos o de los estornudos de una persona infectada, o bien mediante el contacto directo con las secreciones. En algunos casos también se puede contagiar a través del manejo de objetos infectados.

    Durante el invierno la influenza se propaga muy fácilmente entre los niños de edad escolar y personas de la tercera edad. Es muy fácil que los niños trasmitan la infección a los adultos con los que conviven, y estos a su vez pueden transferirlo a los pequeños. La incubación del virus dura de uno a tres días y el mayor riesgo de contagio se produce 24 horas antes de que se presenten los síntomas.

    Síntomas

  • Fiebre
  • Tos seca
  • Inflamación de la nariz y de las vías respiratorias
  • Secreción nasal
  • Dolor abdominal
  • Dolor muscular
  • Dolor de cabeza
  • Congestión nasal
  • Escalofrío
  • Fatiga
  • Náuseas, vómitos y diarrea en algunos casos
  • La manifestación de estos síntomas puede durar de una a dos semanas, corriendo el riesgo de complicarse con enfermedades como neumonía o bronquitis hemorrágica. Por tal motivo, si una persona presenta alguno de los síntomas mencionados debe acudir con un especialista para iniciar un tratamiento adecuado, así como tomar las medidas necesarias para evitar la propagación .

    Tratamiento

    El tratamiento es similar al de un resfriado común, a base de medicamentos como paracetamol, ácido acetilsalicídrico, desinflamatorios, antihistamínicos y descongestionantes nasales, lo cual se puede combinar con los siguientes consejos:

  • Guardar reposo
  • Beber abundantes líquidos
  • Mantener un ambiente húmedo
  • Evitar cambios bruscos de temperatura
  • Medidas generales de higiene


  • NO OLVIDE CONSULTAR A SU MÉDICO