Resultados de Laboratorio
La diarrea, es provocada por infecciones intestinales que causan en las personas evacuaciones líquidas más frecuentes de lo normal. Aunque en algunos casos la diarrea puede presentarse por 2 o 3 días y desaparecer por sí sola, en algunos lugares del mundo constituye una amenaza contra la salud de los seres humanos, especialmente de los niños. Cada año, más de 1000 millones de niños se ven afectados por alguna cuadro diarréico y se calcula que anualmente mueren entre 3 y 5 millones de niños por las complicaciones de deshidratación que éstos producen.
¿Qué causa la diarrea?
Las infecciones diarréicas en bebés, niños y adultos son provocadas por virus, bacterias o parásitos intestinales presentes en alimentos y agua contaminados, aunque también pueden contagiarse de persona a persona.
Los microorganismos que provocan la diarrea son muy diversos, dependiendo del control sanitario del lugar o del nivel económico de la zona. En los países en desarrollo, donde los sistemas de salud pública son deficientes o donde se utiliza materia fecal como fertilizante, son más comunes los brotes de diarrea provocados por el consumo de frutas o verduras que no son desinfectadas de manera adecuada.
Al menos 13 tipos de bacterias pueden provocar infecciones acompañadas de diarrea, entre ellas algunas variedades Shigella, Escherichia coli, Campylobacter y Salmonella, (incluido el tipo que causa la fiebre tifoidea). Estas bacteria invaden el revestimiento mucoso del intestino y dañan a las células subyacentes, provocando ulceraciones que sangran y condicionan una pérdida considerable de líquido rico en proteínas, electrolitos (sales y minerales) y agua.
Además de las bacterias, ciertos virus, provocan también diarrea, unos de los más comunes es el rotavirus. Se ha comprobado que entre el 50 y el 80 por ciento de las diarreas infantiles en países subdesarrollados son causadas por rotavirus.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de una infección diarréica son variables dependiendo del tipo y la cantidad de microorganismos (colonias) o toxinas que se encuentren presentes en el organismo. También varían de acuerdo a la resistencia de la persona a la enfermedad.
Los síntomas comunes son pérdida de apetito, náusea o vómito. Se pueden percibir ruidos intestinales, puede haber dolor abdominal, decaimiento y diarrea con o sin la presencia de sangre o moco. En ocasiones también se presenta fiebre, dolor muscular y cansancio extremo.
Cuando el vómito y la diarrea son intensos pueden provocar deshidratación
Aunque las infecciones diarréicas usualmente se caracterizan por las evacuaciones líquidas frecuentes, no en todos los casos siguen este mismo patrón. Por ejemplo cuando la infección es provocada por Giardia lamblia, puede no registrarse una sola evacuación líquida u otro síntoma indicativo y solamente puede hacerse evidente una pérdida de peso.
¿Cuál es el tratamiento?
Cuando los síntomas son muy intensos o duran más de 48 horas, es conveniente practicar un análisis en el laboratorio médico de las evacuaciones para determinar la presencia de glóbulos blancos, bacterias, virus o parásitos.
En cualquiera de los casos se recomienda tomar muchos líquidos para prevenir la deshidratación. A medida que el paciente vaya mejorando puede seguir una dieta blanda que incluya gradualmente alimentos bajos en fibra, como arroz, pan tostado, manzana hervida, etc.
Las infecciones diarréicas causadas por ciertas bacterias requerirán el uso de antibióticos.
¿Cómo puede prevenirse?
Las medidas de prevención son principalmente medidas de higiene.
¿Cuáles son los signos de alarma en una infección diarréica?
Si se presenta un episodio prolongado de diarrea, hay fiebre alta, vómito o dolor abdominal intenso o si la diarrea contiene sangre o moco, será conveniente llamar al médico. Acuda al médico de inmediato si se presentan signos de deshidratación tales como lengua y labios secos, piel pálida y reseca, ojos hundidos, poca frecuencia al orinar (en los bebés menos de 6 pañales mojados al día). En casos de deshidratación severa es necesaria la hospitalización y la reposición de líquidos por vía intravenosa.