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Histerectomía


La extirpación del útero o matriz, es una de las cirugías que con mayor frecuencia realizan los ginecólogos en los últimos años. Esta operación se conoce como histerectomía, la cual puede ser realizada por vía abdominal, vaginal o laparoscópica.

Este procedimiento, generalmente se lleva acabo ante la presencia de ciertas condiciones en la mujer, tales como:

  • Cáncer cérvico uterino
  • Miomatosis (tumores benignos)
  • Prolapso o descenso del útero
  • Adenomiosis
  • Neoplasia intraepitelial cervical
  • Hiperplasia de endometrio
  • Cáncer de endometrio
  • Problemas Obstétricos (como; hemorragia post-parto, ruptura uterina, aborto séptico, embarazo molar)
  • Problemas inflamatorios e infecciosos que no pueden ser controlados
  • Hipertrofia concéntrica del útero (crecimiento del útero hasta dos o tres veces más de lo normal)

Tipos de Histerectomía

  • Subtotal: El útero se extirpa, pero el cuello uterino, los ovarios y las trompas de Falopio se dejan intactos.
  • Total: Se extirpa el útero y el cuello uterino, pero se dejan los ovarios y las trompas de Falopio.
  • Total con una salpingo-ooforectomía bilateral: Se extraen el útero, las trompas de Falopio (salpingo) y los dos ovarios (ooforo).
  • Radical: Se extirpa el útero, el cuello uterino, los ovarios, las trompas de Falopio y algún nódulo linfático.

El médico determinará el tipo de histerectomía a la que se debe recurrir, dependiendo de la extensión del problema. En algunos casos, la histerectomía bien realizada puede brindar a una paciente con síntomas ginecológicos grandes beneficios, ya que puede corregir los sangrados abundantes, elimina algunas infecciones vaginales, el flujo, el dolor y no altera la capacidad sexual.

Procedimiento

La incisión se puede realizar de varias maneras, horizontal (justo encima del vello púbico) o vertical (desde el ombligo hasta la línea del vello). Este procedimiento, se utiliza cuando existe un tumor o ante la presencia de cáncer uterino u ovárico importante, ya que el cirujano requiere de una apertura abdominal más grande para poder observar los órganos de la pelvis.
El procedimiento por vía vaginal, se realiza en la parte superior de la vagina. Esta intervención, se utiliza en la corrección de un prolapso uterino (descenso del útero), además de que permite hacer una reconstrucción de todos los tejidos de sostén (pelvis, vejiga y recto).

La histerectomía también puede ser asistida con laparoscopia, consiste en introducir instrumentos bajo control laparoscópico a través de 3 ó 4 orificios abdominales. Esta técnica requiere un entrenamiento complejo, por lo que debe ser realizada por un especialista en el campo, y las ventajas son; una estancia hospitalaria más corta y cicatrices más pequeñas.
Este tipo de operaciones, se realizan bajo anestesia general, duran aproximadamente de una a dos horas, con una estancia de 3 a 5 días en el hospital.

Posibles complicaciones

A pesar de que no es una intervención de alto riesgo, pueden presentarse algunas complicaciones relacionadas con la anestesia y la intervención en sí, como:

  • Infecciones pélvicas
  • Infecciones de riñones o vejiga
  • Hemorragias

Además, la anestesia podría provocar algunas molestias temporales, como:

  • Irritabilidad
  • Náuseas
  • Cansancio
  • Debilidad

Efectos Secundarios

Estos van a depender de la edad, la razón de la intervención, si la paciente todavía menstruaba, así como del tipo de histerectomía que se le realizó.
En caso de que no se extirpen los ovarios, la mujer continúa registrando cambios hormonales (como cuando tenía su periodo), pero NO tendrá sangrado, pero si los ovarios han sido extirpados sufrirá de cambios similares a los de la menopausia, los cuales pueden incluir:

  • Bochornos
  • Sequedad vaginal
  • Sudor nocturno
  • Cambios de estado de ánimo

Estos efectos se pueden aliviar (o incluso evitar) a través de un tratamiento a base de estrógeno (hormona producida por los ovarios) además de un suplemento de calcio, para mantener fuertes los huesos.

Este tratamiento permite aliviar los sudores nocturnos, la depresión y el nerviosismo, los cuales están relacionados con la falta de sueño, evita la osteoporosis, el adelgazamiento de la pared vaginal y la sequedad de la misma.

Efectos Psicológicos

Generalmente, los efectos físicos secundarios se pueden controlar con medicamentos, pero los efectos psicológicos, en ocasiones son más difíciles de tratar.
Existen factores externos, como valores culturales, normas sociales, la opinión de la pareja y la personalidad de la paciente, que influyen en forma determinante sobre su estado psicológico, lo que puede provocar:

  • Cansancio
  • Dolor pélvico
  • Depresión
  • Autoestima baja
  • Sensibilidad a los ruidos
  • Cefaleas (dolores de cabeza)
  • Cambios de humor
  • Fatiga muscular
  • Falta de ánimo
  • Llanto

En estos casos, la ayuda de un psicólogo, puede ser necesaria para tratar la depresión y cualquier síntoma psicológico relacionado con la operación.

¿Cuándo recurrir a una histerectomía?

Las causas pueden ser muy diversas, en algunas ocasiones, resulta una intervención innecesaria frente a otras opciones terapéuticas. Una histerectomía bien realizada, puede brindar a una paciente con síntomas ginecológicos grandes beneficios.

Es frecuente que a la paciente que sufre de miomas, se le recomiende una histerectomía, sin embargo, sólo será necesaria si los síntomas y las molestias son intolerables.

En caso de hemorragias, se puede recurrir a un tratamiento con hormonas o intentar la ablación endometrial (remoción o destrucción de la capa interna del útero). Siempre bajo la revisión de un especialista.

En los últimos años se han diseñado algunos procedimientos en esta área, como la destrucción térmica intrauterina, que destruye la mucosa endometrial, con lo que se pueden controlar las hemorragias sin recurrir a la histerectomía.

Es muy importante que estudie cuidadosamente, junto con su especialista, las opciones terapéuticas antes de recurrir a la histerectomía.


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