Los investigadores han intensificado los estudios acerca del papel que juega la dieta en la prevención y tratamiento de enfermedades como el cáncer.
El interés en la nutrición y su relación con el cáncer tiene su origen en la investigación realizada en los años 60. Desde entonces se ha observado, por ejemplo, que la fibra vegetal juega un papel importante en la prevención del cáncer de colon, lo que podría deberse a que al aumentar el volumen y velocidad de tránsito de las heces, se reduce la concentración y el tiempo de exposición a carcinógenos en el intestino, sin embargo, esto no ha sido comprobado totalmente.

Hoy en día se pueden precisar algunos tipos de cáncer que se relacionan con la dieta y cuáles son los factores responsables, sin embargo, no hay que olvidar que los alimentos son una mezcla muy compleja de nutrientes, que pueden en algunos casos, incluir aditivos y otras sustancias que alteran los procesos de cocción y conservación que a la larga pueden perjudicar nuestra salud.

Según los descubrimientos recientes algunos de los productos que pueden contribuir a la aparición del cáncer son:

Durante el tratamiento del cáncer, la alimentación es un componente primordial de la terapia, ya que aunque no existe una dieta que cure esta enfermedad, los pacientes con una buena nutrición pueden sobrellevar de una mejor manera los riesgos de una cirugía, quimioterapia u otros procedimientos.
Algunos especialistas recomiendan a las personas que no pueden llevar una dieta normal, una alimentación especial que incluya algunos suplementos altos en calorías, administrados por medio de una sonda gástrica, de esta manera se puede mantener su peso y el buen estado nutricional.

Medidas nutricionales preventivas

• Evite la obesidad (las personas con un 40% o más de sobrepeso tienen un incremento en la incidencia de cáncer de colon, seno, próstata, vejiga, ovarios y útero)
• Reduzca el consumo de grasas, procure que no sean más del 30% del total de las calorías que consume.
• Incluya en su alimentación diaria frutas y verduras de color verde oscuro y amarillo, ya que son ricas en vitaminas A y C y protegen contra ciertos tipos de cáncer, como el de pulmón.
• Consuma semanalmente 3 ó más raciones de vegetales como brócoli, coliflor y col, ya que contienen ácido fólico, el cual está considerado como uno de los principales anticancerígenos, por lo que puede ayudar a prevenir el cáncer de colón y de próstata.
• Limite el consumo de alcohol.
• Evite fumar
• Disminuya el consumo de alimentos ahumados, irritantes y con conservadores.
• Marinar la carne en jugo de limón o naranja puede disminuir la concentración de agentes cancerígenos.
• El consumo de vitamina E (que es un antioxidante) combinado con alimentos que contienen selenio (hígado, levadura de cerveza, brócoli, productos lácteos, pollo, ajo, cebollas, salmón, alga marina, granos como la avena y el trigo) inhibe el crecimiento de tumores.

Las frutas y verduras que han sido relacionados con la prevención del cáncer son las que tienen una alto contenido de carotenoides, (sustancias que tienen un efecto antioxidante) y que pueden dividirse en a-carotenoides, b-carotenoides y licopenos.

En algunas investigaciones se ha demostrado que los carotenoides que contienen licopenos, inhiben el crecimiento de las células cancerosas prostáticas. Los alimentos que los contienen son:

• Jitomate (jugo)
• Zanahoria (crudas o cocidas)
• Ajo

Algunos consejos:

• Si se encuentra bajo tratamiento contra el cáncer, procure comer lo suficiente para mantener el peso adecuado.
• Regularmente la quimioterapia puede causar náuseas, pérdida de apetito, diarrea, mareos, llagas en la boca y otros efectos secundarios que dificulten el comer, sin embargo el especialista podrá proporcionarle algunos suplementos nutricionales para complementar su dieta.
• Es importante que evite las dietas que prometen curar el cáncer, sólo su médico podrá indicarle que tipo de alimentación es la adecuada para su problema.