Resultados de Laboratorio
Normalmente un niño supera este problema hacia los 6 años, pero hay casos en los que persiste durante años. Esto, además de hacerlos sentir avergonzados, puede afectar a la larga su desarrollo e interacción con los demás, al no poder participar en actividades propias de su edad como ir a dormir a la casa de algún amigo o asistir a un campamento de verano.
Incluso dentro del núcleo familiar, esta situación puede llegar a provocar una gran tensión. Tener que cambiar las sábanas mojadas noche tras noche, hace sentir a los padres una gran frustración por no saber cómo resolver el problema.
Lo primero que se recomienda a los padres es no asustarse y manejar la situación de una manera tranquila, solicitando ayuda a especialistas como psicólogos, pediatras y especialistas en enfermedades urinarias.
¿Qué ocasiona la enuresis?
Aunque los médicos mencionan diversas causas por las que un niño se hace pipí en la cama, sólo hay una en la que la mayoría están de acuerdo: no es culpa del niño.
Por eso es muy importante no castigar o humillar al niño después de que moja la cama por "accidente". Lo que sí es recomendable es enseñarlo a hacerse responsable de cambiar las sábanas y cambiarse de pijama.
La enuresis no es consecuencia de tomar demasiados líquidos antes de dormir. Tampoco se presenta porque al niño le da flojera levantarse al baño. Los niños no mojan la cama a propósito o para molestar a sus padres.
Algunas de las causas más comunes son:
Hay diferentes tipos de enuresis que son:
Lo primero que hay que hacer es acudir con el médico pediatra, para despejar toda sospecha de alguna enfermedad de la vejiga o alguna otra infección.
¿A qué edad se puede presentar la enuresis?
Entre un 10% y un 18 % de los niños de cinco a seis años presentan problemas de enuresis.
Algunos niños que padecieron enuresis y que fueron tratados a tiempo resolvieron su problema entre los diez y los doce años.
Anualmente alrededor del 15% de los enuréticos resuelven espontáneamente el problema, y menos del 1% de los adolescentes de 15 años continúan mojando la cama.
¿Qué se debe hacer?
Aunque la mayoría de los niños supera el problema sin necesidad de tratamiento, la decisión sobre su caso en particular debe ser tomada por el médico. Lo importante es que cualquiera que sea el tratamiento recomendado, el médico y los padres trabajen juntos para apoyar al niño.
Hay que hablar abiertamente del problema con el niño, hay que darle confianza y seguridad y explicarle que lo que pasa es pasajero y que a otros niños también les sucede. Si alguien de la familia o algún amigo tuvo el mismo problema, platíqueselo a su hijo, ya que al saber que otros han pasado por la misma situación lo hará sentirse mejor.
Puede resultar muy útil llevar un diario en el que se registren tanto las noches "mojadas" como las "secas". Así podrán medir el avance del paciente, también es recomendable hacerle saber al niño que va progresando para que se sienta estimulado.
Evite los castigos y regaños y más aún delante de terceras personas, ya que puede dañar la autoestima del niño.
En ocasiones el especialista puede recomendar la realización de algunos ejercicios, acompañe y ayude al niño a realizarlos buscando la manera de hacer el momento agradable.
Tratamiento
Hay diferentes opciones para tratar un problema de enuresis. El médico decidirá basado en la evaluación del niño cuál será el método más conveniente.
Medicamentos. Pueden ser administrados por vía oral o como spray nasal. Algunos medicamentos ayudan a disminuir la cantidad de orina producida por los riñones mientras que otros ayudan a la vejiga a retener una mayor cantidad de orina.
La posibilidad de que su hijo responda totalmente a esta medicación es arriba del 70%, existen respuestas parciales en el 15% de los casos y en el 15% restante los pacientes no responden.
En algunos casos los medicamentos producen efectos secundarios indeseables.
Ejercicios para aumentar la capacidad de la vejiga. Cuando el niño tenga ganas de hacer pipí, que vaya al cuarto de baño, se siente en la taza y retenga la orina un rato. Treinta segundos serán más que suficientes en un principio y luego, se puede ir aumentando el tiempo. Después de que haya empezado a orinar, se le pedirá que contenga la orina varias veces.
Al principio bastará con una vez para luego ir aumentando dos, tres o más veces. Estos ejercicios se harán dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la tarde.
Terapia psicológica. Cuando el pediatra descarta que se trate de un problema fisiológico podrá recomendar la evaluación de un psicólogo infantil para saber si la enuresis es generada por algún problema emocional en el niño.
Existen también alarmas especiales que hace ruido o vibra cuando el niño se hace pipí. Esta alarma ha resultado muy efectiva ya que se activa cuando percibe la primera gota y el niño despierta con la sensación de tener la vejiga llena y necesidad de orinar, lo cual lo va condicionando a despertar en las noches para ir al baño.
Hay distintos tipos de alarmas, algunas funcionan con un cable de cobre que se coloca debajo de las sábanas y está colocado a una campana, otras poseen un sensor conectado a un timbre y se colocan en el pantalón del pijama. Un alto porcentaje de casos de enuresis se han solucionado con este tipo de alarmas.